Dr. ¿Y pueden afectar las grasas que consumo mi sexualidad?

Muchos hombres piensan que su disfunción eréctil se produce exclusivamente por el declive de los niveles de testosterona en sangre; sin embargo, olvidan que un buen porcentaje de esta condición está relacionada con trastornos a nivel vascular.

Si bien es cierto que los niveles de testosterona disminuyen con la edad, eso sucede en mayor medida en las personas que padecen ateroesclerosis, hipertensión arterial y en sujetos con niveles elevados de colesterol.

La ateroesclerosis bloquea las arterias y capilares asfixiando los testículos e interfiriendo en su capacidad de producir esta hormona masculina.

El 80 % de los problemas de impotencia son ocasionados por enfermedades vasculares; otras causas menos comunes son la diabetes, las cirugías pélvicas, las enfermedades neurológicas, los trastornos endocrinos, los problemas psicológicos y el uso de algunos fármacos, en particular los antihipertensivos y los diuréticos.

El pene, el clítoris y los pezones, están llenos de una rica red vascular y poseen tejido eréctil; si esta red vascular se encuentra congestionada y obstruida por grasa o el corazón está debilitado, no habrá buena circulación lo que traerá probablemente a la impotencia.

La carne y los productos lácteos, son alimentos ricos en grasas saturadas y aumentan el riesgo de endurecer las arterias, trayendo como consecuencia la ateroesclerosis y dentro de las alteraciones ocasionadas por esta, se encuentra la impotencia.

Las grasas saturadas tienen la tendencia a cohesionar los glóbulos rojos, con lo cual causan una pobre oxigenación del organismo incluyendo los testículos y las zonas erógenas.

Una pobre oxigenación no permite que los órganos trabajen a su máxima capacidad, lo que impide una experiencia placentera a la hora de alcanzar el máximo disfrute y la plena satisfacción.

En la alimentación moderna es muy común el uso de aceites vegetales comerciales en la preparación de los alimentos, trayendo como consecuencia el endurecimiento de las arterias.

 Además, la ingesta de grasas trans presentes en los aceites hidrogenados o aceites de cocina, están asociados con infertilidad.

Las grasas trans interfieren con   sistemas enzimáticos que produce ácidos grasos altamente insaturados presentes en testículos, glándulas suprarrenales y el cerebro.

Por otra parte, los ácidos grasos esenciales permiten producir prostaglandinas que a su vez incrementan el apetito sexual, la virilidad y potencian el grado de placer.

El Dr. Aconseja:

La fertilidad y el ajonjolí: El ajonjolí es una oleaginosa que proporciona buenas cantidades de zinc, el semen del hombre es particularmente rico en este micronutriente el cual es muy importante en el mantenimiento de la salud espermática al defender a los espermatozoides de la acción de radicales libres protegiendo así el material genético.

Una elevada concentración de zinc ayuda a mantener una baja actividad del esperma justo antes de la eyaculación, previniendo la eyaculación precoz. Se puede entonces decir que el zinc es un aliado de la fertilidad en el hombre.

-Además, el 50 % de la semilla de ajonjolí son grasas insaturadas que ayudan a disminuir el colesterol total y el colesterol LDL, es rico en fibras y ayuda a depurar el organismo, pues favorece el funcionamiento intestinal y mejora la eliminación de toxinas.

-Su elevado aporte de calcio beneficia a los huesos y disminuye el riesgo de osteoporosis.

-Aporta buena cantidad de magnesio el cual contribuye a la salud mental, mejora la memoria y la concentración, y optimiza el funcionamiento de músculos y nervios.

– El ajonjolí fortalece el sistema nervioso, lo que ayuda a combatir el estrés y el insomnio, además gracias a su aporte en lecitina impide que las grasas se adhieran a las arterias previniendo problemas cardiovasculares.

-Presentación: Frasco por 1 litro

-Precio: $44.990

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